Educación Emocionada

Alcázares de la fe

Contra el paganismo armado.
He aquí una nueva entrega de nuestro inefable ECO. En este caso, el número 1 del año 66.

El editorial adolece de lo que los historiadores llaman "presentismo". Consiste en la reinterpretación de los hechos históricos en función de las necesidades ideológicas del momento actual. Lo utilizan con profusión los políticos nacionalistas (¡Ay, mi amada Catalunya!), pero también, por lo que podemos apreciar en este número, lo utilizaban nuestros clericales redactores y superiores en el Seminario Menor. Así los innumerables castillos que jalonan la meseta no son sino baluartes de la única y verdadera fe contra el "paganismo armado".

Suerte inmensa la de haber nacido acunados por el único Dios verdadero en un mundo que los tenía a millares. A vuelapluma se me alcanza —ahora— que seguramente también nosotros seríamos paganos para los gentiles y que las motivaciones del Reino de Castilla no fueron nunca estrictamente religiosas. A poco que profundicemos en el análisis de los hechos, las razones de fe en las contiendas bélicas occidentales se revelan enseguida como un pretexto, una máscara y un instrumento al servicio de finalidades menos confesables y nada sublimes. Es una obviedad a estas alturas de la película de nuestra vida, pero nuestras tiernas mentes —"tabula rasa", creían ellos, ingenuamente— parecían digerirlo todo en aquellos gloriosos años. Por eso nuestros mentores —echo en falta que no firmaran sus escritos— jamás abandonaban su empeño nutricional.

Leo ahora con regodeo e indulgencia aquellos textos y no puedo menos que exclamar, parafraseando a Lucas (23,34): "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". O quizá sí lo sabían, pero se equivocaron de medio a medio. Nos decían que la diversión generaba un vacío interior asfixiante e inconmensurable, que solo Dios, la oración, la "obediencia viril" y la mortificación podían puentear. Suerte que la "tabula" nunca fue "rasa", que la neurología cumplió su cometido y nos había provisto de abundantes y eficaces recursos defensivos, que nuestra insaciable curiosidad y ansia de experimentación se abrió camino, que nos ayudamos entre nosotros a enfocar y a desenfocar, que los tiempos sociológicos y políticos cambiaron...

Viene siendo larga la vida —no para todos, desafortunadamente— y aquí estamos, reflexionando juntos y festivos sobre aquello.

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