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Categoría: Educación Emocionada

Este documento que he editado y que comento de manera introductoria corresponde al Ideario del Seminario Menor de Hellín de mediados de los sesenta. A mí me parece un documento revelador de la filosofía educacional que condicionó nuestros años de Bachillerato Elemental. En él se sientan las bases, pedagógico-humanísticas de lo que habría de ser el día a día de nuestra educación inicial. Sin perjuicio de abordar en otro momento, de manera más específica, contrastada y sistemática el significado que desprende y las implicaciones que pudiera haber tenido para toda una generación de educandos, transcribo y comento los aspectos que inicialmente se me antojan de interés.

Es difícil que encontremos una posición unánime sobre el pasado que hemos vivido. Los acontecimientos posteriores (los del futuro personal de aquel pasado) contribuyen a desenfocarlo y seguramente a tergiversarlo. Hasta tal punto que el recuerdo se convierte, algunas veces, en "falso recuerdo", pero no somos capaces de reconocerlo como tal. De ahí viene la validez de estos documentos: nos ayudan a enfocar y fijar lo que sucedió. 

ideario 01Si aún conservo una copia del mismo es porque el Ideario se entregó de manera individual a cada uno de los seminaristas de aquella promoción. La redacción es directa. Estas son las cosas que me llaman la atención:

Se insiste en la libertad individual a la hora de elegir la "vocación" y el lugar de estudio. De ese albedrío deriva, inexorablemente, la autoridad de aquellos superiores para exigir el sometimiento incondicional a la disciplina y al reglamento. Poco importan las condiciones socioeconómicas, culturales y políticas que impregnan el entorno, generalmente rural, del que proceden los seminaristas. Aunque se reconoce, es utilizado como ocasión para caridad cristiana:

Otras referencias a la castidad, a la vida espiritual, a la oración como ejercicio introspectivo constante, a los medios de comunicación...parecen tópicas, pero sorprende la nomenclatura: el documento se refiere al resto de los mortales, especialmente a los mortales de sexo femenino como "criaturas" y a las relaciones que implican una cierta carga de afecto como "apegos" que se deben de evitar.

Autoresponsabilidad y culpa. Suelen aparecer unidas, la segunda como precipitado ineludible de la primera. A espíritus tan jóvenes podía resultarles extremadamente dificil sustraerse.

 

El texto es también algo prolijo en las normas "de convivencia" y desciende a detalles prácticos de cierto interés.

Trabajo, autodisciplina y silencio. Se combate expresamente la ociosidad, porque es ocasión que no deja de aprovechar el Maligno. Pero también como un instrumento de autoresponsabilidad y compromiso con el mundo familiar y el entorno social del que proveníamos. 

Considero relevante el documento y susceptible —cómo no— de análisis y enfoques diversos. Por eso lo he editado y publicado. Constituyó el fundamento educacional que sentó algunas bases caracteriológicas y formativas de cientos y cientos de adolescentes durante los años sesenta y setenta del siglo pasado. Todos los que ahora mismo estamos a las puertas de entregar el testigo. Y con seguridad inspiró a muchos otros centros religiosos del pais.